La semana pasada, los trabajadores se encontraban realizando sus labores habituales en la intersección de la calle San Juan a la altura del pasaje Agustín González, cuando de repente una pareja se acerca desesperada con un niño entre los brazos de la madre. “Lo único que se escuchaba decir es ‘no reacciona, no reacciona’”, recordó Ramón Segovia quien tuvo el primer acto reflejo de subir a la familia a la camioneta e inmediatamente dirigirse camino al Hospital Pediátrico Juan Pablo II. |